La vida de nuestros niños abarca diferentes ambitos. El familiar, el social, el académico. Es importante entonces que ellos desarrollen actividades que les ayuden a desarrollarse en todos estos aspectos puesto que su educación debe ser integral.
En el ámbito familiar debemos aplicar estrategias que involucran no sólo el compartir y jugar con ellos sino también establecer normas que los involucren en la rutina familiar, ya que actividades como limpiar, cocinar, hacer mercado, decorar, entre otras, además de ayudarles a adquirir responsabilidad los integran a la vida familiar y les permiten experimentar su pertenencia a un núcleo.
Una de las características propias de los niños en la época actual es la soledad. La mayoría de los niños son hijos únicos y no todos habitan en espacios que les propician la posibilidad de socializar con otros niños, es importante entonces que nosotros propiciemos encuentros diferentes al colegio como los cursos extracurriculares, las visitas a bibliotecas y ludotecas porque debemos tener en cuenta que la forma en que ellos aprenden a vivir es en el juego, en él aprenden a respetar normas, a solucionar conflictos sin la mediación permanente de un adulto y lo obviamente disfrutan, ríen y son felices.
En el momento de escoger una actividad extracurricular para nuestros hijos debemos tener presente no sólo sus gustos sino esas habilidades en que ellos se destacan, caricatura, música, deportes, ya que ellos necesitan sentir que son buenos en algo y sobre todo los niños que por diversas razones no se destacan en las actividades académicas.
Y evitemos ante todo asumir que si nosotros somos buenos en algo nuestros hijos también deben serlo o peor aún que lo que nosotros disfrutamos ellos también lo hacen. Detectemos cual es esa actividad que le brinda goce al niño por más simple que a nosotros nos parezca y hay muchas, origami, jardinería, cerámica, música, campamentos.
Es entendible que no contamos con tiempo porque nuestros trabajos nos absorben pero debemos aprovechas tantas posibilidades que nos ofrece la ciudad en los parques biblioteca, en las cajas de compensación familiar. Los centros comerciales no son la única opción por más cómoda que a nosotros nos parezcan.
Para muchas personas la vida de un niño se reduce a la actividad académica y si bien este es un aspecto determinante en el futuro de los niños no podemos permitir que su vida se reduzca a cumplir con las actividades escolares. Debemos ayudarles enseñándoles a ser eficientes en el manejo del tiempo, para que puedan hacer sus labores escolares sin sacrificar los otros ámbitos de su vida. Determinar un horario y supervisar su cumplimiento, enseñarles a priorizar y sobre todo tener muy presente que no solo en el colegio se aprende y que todos los referentes que adquieren en otras actividades facilitan su desempeño escolar.
La lectura, la conversación guiada por adultos sobre temas matemáticos, sociales, históricos y científicos, el juego., el cine. Todo esto dentro de un acompañamiento permanente es de suma importancia porque nuestras palabras marcan su camino.
No es lo que hacemos por ellos, ni asumir sus responsabilidades, aunque muchas veces las circunstancias nos obligan a hacerlo, son nuestras palabras que acompañan cada uno de sus actos las que los van guiando. Es aconsejable entonces aprovechar cada conversación por simple que parezca para reforzar conocimientos y valores.